El choque de visiones en el mundo del trabajo chileno

El choque de visiones en el mundo del trabajo chileno

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Patricio Polizzi, Director General, Visión Humana

Estamos en un contexto en que todo se cuestiona y se critica, independientemente de la condición económica, ya que las demandas parecen reflejar no sólo carencias, sino que nuevas aspiraciones. Y en este proceso, no es raro que las personas sean portadoras de visiones disímiles sobre algo que, por mucho tiempo, se daba por sentado.

Algo de esto se refleja en el vínculo que los chilenos desarrollamos con el trabajo, según el Estudio Zoom al Trabajo 2016, investigación realizada anualmente en base a encuestas presenciales a cerca de 1.500 trabajadores chilenos, y que realiza la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez y la consultora Visión Humana desde el año 2010.

Como muestran los resultados, los trabajadores chilenos son muy críticos de la realidad social del país. Sólo un 19% cree que en este país hay igualdad de oportunidades y una cifra similar está de acuerdo con las reglas de funcionamiento de nuestra sociedad. Qué decir del juicio que tienen del estado de las relaciones entre trabajadores y las empresas: sólo un 14% está de acuerdo con que en nuestro país se respetan los derechos de los trabajadores y la misma proporción califica que las relaciones entre trabajadores y empresas son buenas.

Esto parece reflejar que los trabajadores chilenos son portadores de una configuración de aspiraciones que no está en sintonía con lo que logra proponer y desarrollar nuestro actual modelo de sociedad. Sin embargo, un choque similar de visiones también se estaría dando dentro de las mismas organizaciones. Sin perjuicio que muchas empresas abogan por la innovación, competitividad y la meritocracia, es la búsqueda de mayor certeza, equilibrio y dignidad lo que se aprecia como las motivaciones esenciales de los trabajadores chilenos. Este choque de visiones, obviamente, se manifiesta de manera mucho más soterrada, dado el resguardo que se toma de ir contra la corriente de quiénes dirigen y así sostener la necesaria estabilidad laboral.

Otro ejemplo de lo anterior, es que las empresas siguen pregonando por estilos de liderazgo orientados al logro, creativos y movilizadores. Sin embargo, los trabajadores chilenos declaran que lo que más valoran de un jefe es que éste sea respetuoso (63% está de acuerdo con esto), honesto (60%) y que cumple lo que promete (59%). Y es que aquí también, se hace presente otra condición de buena parte de los trabajadores chilenos: la fuerte esperanza de trabajar en lugares en que prevalezcan las relaciones humanas y se pueda confiar. Nada más básico, nada más importante y nada más difícil de cumplir en un contexto de progresiva instrumentalización de las relaciones y donde la desconfianza es una condición y una verdadera estrategia de defensa interpersonal.

Las empresas deben reconocer este choque de visiones, entre lo que ellas promulgan y lo que aspiran verdaderamente los trabajadores. Y dejar de asumir que la falta de rechazo expreso implica es un real alineamiento. De manera de instalar conversaciones abiertas y honestas que permitan integrar las distintas aspiraciones para el beneficio mutuo.

Para más información del estudio puedes ver el informe público estudio Zoom al Trabajo o escribir a: ppolizzi@visionhumana.cl