01 Dic Tendencia: Economía colaborativa en Chile: revisitando el concepto de comunidad

Pamela Arluciaga Directora de Investigaciones y Tendencias Visión Humana
“El éxito de este modelo en el país radica en la formación de comunidades. “Hay una mayor disposición a hacer cosas en conjunto y, además, cuando uno colabora la torta crece para todos. La economía colaborativa es más justa y menos egoísta, con este modelo ganan más personas.”
Felipe Contreras, socio fundador de Gulliver, La Tercera, 16.06.2016
La democratización de los roles económicos tradicionalmente asociados a organizaciones o instituciones formales, ha sido impulsada de manera decisiva por la masificación de las herramientas tecnológicas: gracias al uso de internet, hoy en día cualquier persona puede ser comprador, proveedor o inversionista.
Además del aprovechamiento de las herramientas tecnológicas y de su lógica horizontal (entre pares), una de las particularidades más inspiradoras de la economía colaborativa es que su éxito se sustenta en las relaciones de confianza que se establecen entre las personas.
Las diversas expresiones de la economía colaborativa se pueden entender asociadas a:
- Mercados de redistribución: relacionados a cualquiera de las “5 R”: reducir, reutilizar, reciclar, reparar y redistribuir. Esta modalidad cuenta con inspiradoras iniciativas formales en nuestro país, como Green Glass y muchas otras que se instalan en redes sociales para ofrecer toda clase de artículos.
- Estilos de vida colaborativos: consistentes en compartir recursos como dinero, habilidades o tiempo, como las plataformas de crowdfunding Políglota, Cumplo y 2bleImpacto, esta última con foco en la economía social.
- Sistemas de servicio de productos: implican reemplazar la propiedad de un artículo, por la “compra” de la experiencia de usarlo mediante arriendo o intercambio, como la conocida plataforma Airbnb para arriendo o intercambio de alojamiento, con expresiones similares de origen local.
Conceptualizada por sus promotores y pioneros como una suerte de revolución, lo cierto es que hoy se alza como una tendencia con potencial suficiente para cambiar definitiva y radicalmente la forma como entendemos tanto el consumo como el trabajo.
¿Y qué pueden hacer las empresas y marcas “tradicionales” al respecto?
Un buen ejemplo de afinidad con esta tendencia es la marca Chivas, con su campaña “Win the right way” asociada a los Chivas Talks -eventos para compartir experiencias de negocios en torno a los nuevos valores: la colaboración, el bienestar, la solidaridad y la autogestión.
Chivas parece haber entendido el mensaje entre líneas: hay toda una generación de jóvenes (y no tan jóvenes) buscando innovar, construir comunidad, inspirarse e inspirar a otros a través de su trabajo.
Para ayudar a otras empresas a enfocar sus esfuerzos de cambio haciendo sentido a consumidores, colaboradores y clientes, Visión Humana realiza cada año una profunda revisión de las tendencias emergentes a través del estudio ADN del Consumidor Chileno: próximamente versión 2017. Para más información del estudio puedes escribir a parluciaga@visionhumana.cl