
28 Ago Consumidor Consciente de Chile: ¿Quién es? ¿Qué piensa? ¿Qué valora?

Catalina Caro, Directora de Investigaciones y Tendencias, Visión Humana
En los últimos años, la preocupación de las empresas por mostrar una imagen mucho más amigable con el medioambiente y el entorno ha sido un tema bien importante. Tenemos casos llamativos y aplaudidos como el de la marca Vital con su botella EcoFlex que, en palabras de Coca-Cola Chile, “Emplea un 27% menos de PET en sus botellas de 600 ml y un 14 por ciento menos en las 1.600 ml.”[1], lo que se traduce en un total de 250 toneladas menos de plástico al año. O, por ejemplo, el caso de la campaña de P&G “1 producto P&G = 1 litro de agua limpia”[2] que tiene un alcance más internacional o el logo en algunos productos que los confirma como “cruelty free” o no testeado en animales, entre otros. Lentamente, hemos visto como la oferta de productos más conscientes o que generen una acción de este tipo, ha ido aumentando en el mercado nacional. Y es que los consumidores están cada vez más exigentes, ya no es suficiente ofrecer un producto de calidad, sino que también debe responder a estos diferentes tópicos.
Muchos creen que los jóvenes son los más conscientes al momento de comprar, que no temen probar productos nuevos, que buscan específicamente marcas que sean amigables con su entorno y que dejen una huella verde; en nuestro análisis, descubrimos que el 41% de las personas entre 18 y 29 años tiene esta actitud y que ésta va disminuyendo a medida que avanzan en edad, así es como en el grupo de 60 a 65 años, sólo un 5% se preocupa del tipo de producto que consume. Sin embargo, en el grupo etario que más destaca el consumidor consciente, es en el de 45 a 59 años (26%), por sobre los que no les preocupa este tipo de consumo (17%). Esta tendencia en la edad habla de un comportamiento de compra que ha ido permeando en las generaciones.
Así también, otro aspecto tiene que ver con el sector socioeconómico, se piensa que al ser productos más “innovadores”, los valores son altos y entonces, quienes pueden acceder a ellos, son los que tienen mejores ingresos, pero en realidad, pudimos ver que el consumidor consciente se concentra en los grupos C3 y D, sumando un 73%. La verdad es que campañas como la de Vital y como la de P&G, permiten que el consumo responsable se pueda dar en todas las clases económicas, logrando acercar a ellos, el cuidado del medioambiente y la preocupación por el otro.
Mientras que los consumidores poco conscientes se destacan por no considerar ningún valor particularmente importante o esencial para sus vidas, los que sí encajan con el perfil suman varios muy importantes, pero los que más destacan son: Honestidad, Salud, Libertad y Justicia, e incluso, donde más diferencia tienen con el otro grupo es en Amor, Amistad, Tradición y Solidaridad, además de por supuesto, Ecología que para ellos está en un primer lugar. Esto mismo es lo que plasman en la búsqueda de una empresa que sacie sus necesidades donde lo primordial es que sean Honestas (50%), Innovadoras (45%) y Socialmente responsable (40%).
Esto nos habla de una persona que valora la honestidad, tanto de las personas como de las empresas, la preocupación por el otro, la posibilidad de elegir, que no le gustan las injusticias y que se preocupa de consumir productos que no le hagan daño ni a ellos mismos, ni que lo produzcan en el proceso de creación, en el entorno y en los elementos de la cadena.
En general, las personas creen que las empresas son importantes para el bienes y desarrollo de nuestra sociedad (70%), pero, por otro lado, un 55% cree que no están interesadas en hacerlo.
Para el Consumidor Consciente, las empresas son importantes en un 77% en el desarrollo de la sociedad y un 57% cree que lo quieren hacer. Para ellos, los 5 rubros que más deberían influir en el bienestar de la sociedad, ayudar a su desarrollo y ser amigable con el medioambiente es el sector de la Tecnología (78%), Alimentos (77%), Universidades (76%), Agrícolas y Telecomunicaciones (72%). ¿Dónde deberían hacer su aporte estos rubros? En la Salud (75%), en la Educación y Capacitación (58%), y claro, en el Cuidado del Medioambiente (47%).
De esta forma, como lo hemos hablado, en Chile existe un tipo de consumidor al que le gusta velar más allá del precio y la calidad, que cree que las empresas tienen un rol importante en el desarrollo de la sociedad, que valora la honestidad, la solidaridad y el cuidado del otro, y que espera que este tipo de iniciativas sigan aumentando y diversificándose para que todos puedan consumir de una manera más amigable.
[1] https://www.cocacoladechile.cl/historias/innovacion-ecoflex-agua-pura-sustentable